Los carritos ambulantes circulan diariamente por las ciudades colombianas, ofreciendo a los transeúntes una variedad infinita de productos que dependen de la zona donde se encuentren. En la zona de chapinero por ejemplo, la gente que circula, son por lo general y en su gran mayoría estudiantes y profesores, es por esta razón, que los productos ofrecidos por estos carritos son comúnmente, snaks, bebidas, dulces, batas de laboratorio, guantes quirúrgicos, gorros, pilas, lapiceros, hojas de examen, cigarrillos, sándwiches, minutos a celular, entre otros.
Inteligencias presentes:
1. La idea de carrito de supermercado se descontextualiza y se reintegra en otros contextos, convirtiéndose en carros especializados para la preparación y posterior venta de comidas (lechona, buñuelos, arepas), frutas, comidas rápidas, helados, entre otros.
2. Es clara la mezcla de materiales y técnicas, para la adaptación y customización de los carritos, compartiendo varillas, cajas de madera, parasoles, ganchos metálicos, bolsas de plástico, entre otros.
3. Los coches de bebé, son utilizados y adaptados para este negocio.
4. Se han generado una multiplicidad de mutaciones del carrito de mercado para snacks, evolucionando el mismo, en carros para la venta de otro tipo de productos.
5. La búsqueda de soluciones instantáneas a necesidades puntuales es clara, estas personas adaptan una varilla gruesa de la parte inferior del carrito a la canasta superior, con el fin que ésta no se caiga ni se hunda por el peso, también pegan un imán al tubo del parasol para sostener el encendedor.
6. El reciclaje es algo muy común entre estas personas, pues utilizan todo tipo de tablas de madera, balso, cartón, para construir la caja donde exhiben sus productos; también utilizan distintos palos, alambres, varillas, entre otros, para adaptar el parasol en la posición que ellos desean, para colgar productos a la caja, etc.
Algunas características:
Inician sus labores entre 6 y 8 de la Mañana, trabajan de largo hasta aproximadamente las 4 de la tarde, a esta hora llega otra persona a reemplazarlos, que por lo general es algún familiar, quien termina la labor aproximadamente a las 9 de La noche. Diariamente ganan entre 60 y 80 mil pesos libres. Por lo general, el carrito es dejado en algún parqueadero durante la noche, de lo contario, la persona se lo lleva para su casa caminando.
Este negocio ha generado la industrialización y comercialización de los carritos, pues ya hay terceros que se encargan de fabricarlos tal cual como lo fabricaban los dueños, y les venden el carrito de mercado con la caja de madera encima, por un valor que oscila entre los 70 y 90 mil pesos.
A partir de la cantidad de vendedores ambulantes que se instalan en diferentes puntos de la ciudad generando una invasión al espacio publico, se han desarrollado unas casetas especiales ubicadas en puntos estratégicos de la ciudad, con el fin de legitimizar estas ventas y disminuir el desorden y la invasión que se generan en calles y andenes.
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